Beatriz-Gutierrez-Mosquera

Carta de presentación

Para aquellos que no me conocéis me gusta que me llamen Bea y soy ortodoncista. Si tuviera que describirme diría que soy apasionada de mi trabajo y de mi familia. Esos son los dos grandes pilares que mueven mi vida.

Desde que soy pequeña quería ser pediatra. No se me había ocurrido ser dentista hasta mi último año de colegio, cuando empecé a investigar, y me di cuenta que había algo que podría gustarme todavía más… la ortodoncia! Reunía el diagnóstico, el trato con el paciente y el arte. El camino para lograr serlo no era fácil pero lo iba a “pelear”. Y cuando algo quiero… creerme que me entrego al 300% para conseguirlo! Soy trabajadora y cabezota como bien nos describe nuestro logo de elefante. Así que conseguí la nota para entrar en la Universidad Complutense de Madrid, después hice la especialidad de Odontopediatría y, finalmente, logré mi súper sueño de formarme como Ortodoncista en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid.

La vida me ha enseñado que los sueños hay que perseguirlos. Y estoy segura que con constancia e ilusión se pueden conseguir. Esta clínica es uno de mis sueños. Creo que las cosas en equipo se hacen mejor y por eso hemos formado este súper equipo. Cada uno aporta sus conocimientos y su toque personal y somos el conjunto de todo ello lo que nos gustaría transmitir. Nos conocimos trabajando y hemos decidido dar un paso más y ofreceros lo mejor de nosotros en una clínica con un toque especial.

Queremos que sintáis que estáis en casa, que el concepto de ir al dentista cambie y que creemos una pequeña familia. Prometemos ser alegres, honestos, entusiastas, innovadores y los mejores profesionales.

Por último me gustaría explicaros nuestro logotipo. Es un guiño a mi animal favorito, a mi hermana Rocío y a mi Camboya del alma, a las que también me gustaría tener presentes en esta clínica.

Con mucho cariño.

Quedo a vuestra disposición para todo.

Bea

P/d: Muchas gracias a todo el equipo por creer en este proyecto; y a mi familia y amigos por haberme apoyado en esta aventura. Pía, Ro y Diego muchas gracias por hacerme sonreír cada día.